La importancia de reciclar aceite usado
23 febrero 2022Hemos hablado largo y tendido ya acerca de la importancia del aceite de oliva en nuestra gastronomía, siendo de una relevancia mayúscula por sus incontables propiedades positivas. Sin embargo, no todo el aceite que utilizamos diariamente para nuestras comidas se acaba ingiriendo y procesando naturalmente, por lo que deberemos de pensar en qué hacer con dichos restos y la mejor forma de lidiar con ellos es, sin lugar a dudas, el reciclaje del aceite usado.
¿Se puede reciclar el aceite de oliva?
Por supuesto que sí. España es el mayor productor de aceites del mundo en la actualidad (posición que lleva ostentando durante mucho tiempo) y esto, como es lógico, lo posiciona automáticamente también bastante alto en el ranking de consumición del mismo.
Utilizar el aceite, ya sea a través de su versión virgen extra, o de girasol, etc. Es por tanto una cuestión diaria en los hogares españoles: para cocinar en sartenes, freidoras… Todo ese aceite sobrante debe reciclarse para que sea procesado debidamente, ya que tras su cocinado se convierte en un agente altamente contaminante, capaz de afectar hasta mil litros de agua por cada 1L de aceite usado.
Esta es una cuestión preocupante en la que, por suerte, se está trabajando cada vez más y cada vez cobra un mayor peso en la sociedad.
Para 2025 será una cuestión obligatoria en todos los hogares
Tanto es así que, de hecho, la nueva normativa acerca del reciclaje de residuos aprobada en 2021 estipula que la recogida y el reciclaje de aceite sea obligatorio en cada casa a partir del 31 de Diciembre de 2024. Es decir, desde el primer día de 2025 en adelante ya comenzaría a ser efectiva dicha medida.
Todo esto como parte del plan para reducir el impacto medioambiental, y es que pese a que el aceite usado no está clasificado como elemento peligroso, sí que lo está como altamente contaminante. Sin embargo, el año 2025 queda aún muy lejano por lo que es necesario concienciar a la sociedad acerca de esta práctica en el presente, y comenzar desde hoy mismo a reciclar todo el aceite usado aún y cuando no existe obligatoriedad todavía.
¿Cómo reciclar el aceite correctamente?
En la actualidad, todo aquel que quiera reciclar el aceite utilizado (ya sean: aceite de oliva, virgen extra o de girasol), puede hacerlo a través de los puntos habilitados para ello. Éstos son, en esencia, dos:
Reciclar aceite usado en un punto limpio: Cada municipio dispone del suyo propio (en ocasiones, varios de ellos) y pueden tratarse tanto de un punto limpio al uso como de uno móvil. Estos últimos facilitan algo más el trabajo al ciudadano, ya que si escoge esta opción para el reciclado del aceite en la mayoría de los casos se encuentra con la problemática de tener que desplazarse él mismo hasta dicho lugar, con el hándicap de que éstos suelen estar apartados y no son precisamente fácilmente accesibles.
Reciclaje de aceite en contenedores: La opción más recomendable de ambas, sin lugar a dudas. No solo porque se sigue el patrón habitual del reciclado de basura a través de un contenedor específico para el aceite usado, sino que además elimina el componente del desplazamiento para el ciudadano… aunque esto es una verdad “a medias” (como veremos a continuación) porque la realidad es que hay muy pocos de estos contenedores y, de haberlos en tu ciudad, el estar más o menos cerca de uno de ellos será cuestión de suerte.
Medidas insuficientes para reciclar el aceite vegetal
Todo esto está muy bien sobre el papel, pero luego en la práctica vemos cómo los medios existentes actuales son claramente insuficientes para un correcto reciclaje del aceite vegetal, y es lo que acaba por determinar el que alguien se decida (o no) a hacerlo ya que muchas veces se convierte en un auténtico quebradero de cabeza. Si se dieran más facilidades al ciudadano para reciclar aceite vegetal, el número de personas implicadas se multiplicaría y el impacto ecológico se reduciría exponencialmente al mismo nivel.
Por poner un ejemplo claro de esta situación, hablaremos de Madrid. La capital del país cuenta con el mayor número de dichos contenedores en una misma ciudad, con un total de 450 de éstos repartidos por toda la comunidad. Una cantidad bastante baja, sobre todo si lo comparamos con el número de contenedores que hay, por ejemplo, para el reciclado de plástico y envases: más de siete mil. La diferencia es abismal, y eso que estamos hablando de la ciudad que mayor relevancia tiene en este sentido, ya que hay muchas otras que ni tan siquiera cuentan aún con dichos contenedores, por lo que les es literalmente imposible reciclar aceite si no se desplazan al punto limpio.
Este factor ya ha sido puesto en conocimiento del gobierno y de los ayuntamientos en numerosas ocasiones, sobre todo por las organizaciones ecologistas, quienes abogan por una implicación real por parte de todos, también de los organismos, y no solo exigencias al ciudadano de a pie.
Fase final del proceso y Reutilización
Una vez reciclado, el aceite pasa a las plantas de empresas especializadas en su tratado donde deshidratan, desmineralizan y retiran los elementos sólidos que pueda contener este “oro líquido” para regenerarlo. Una vez ya se haya “limpiado” se procede a darle una nueva utilidad. Esta “nueva vida” varía en función del tipo de aceite que fuera y sus propiedades.
Es muy común que se utilicen, entre otras cosas, para realizar jabones o como betún, para aplicar capas de impermeabilidad de distintas superficies, como asfalto para carreteras, a modo de carburante, etc. Una enorme cantidad de posibilidades que alargan aún más la vida útil de un elemento tan preciado como es el aceite de oliva, y los aceites en líneas generales.